Amados hermanos y hermanas en Cristo, apreciados amigos,

Soy el hermano Frank hablándoles desde el Centro Misionero Internacional en Krefeld, Alemania. Para mí es siempre un privilegio el compartir con ustedes la preciosa y santa Palabra de Dios. Usualmente hablamos sobre el plan de salvación, y en ello por ejemplo, tocando casi siempre el regreso de Jesucristo, el mensaje de la hora, sobre la restauración, sobre regresar al Señor, a Su Palabra, a todas las verdaderas enseñanzas bíblicas, mostrando que el día de gracia está terminando y el retorno prometido de nuestro Señor es inminente.

Hoy he pensado en algunos capítulos de Hebreos. Amados, cada capítulo, cada verso contiene tanto en sí, especialmente en referencia a nuestra salvación. Y este es realmente el propósito principal de nuestra predicación: para llevar  a la gente al Señor, al conocimiento y la experiencia de salvación. Y luego, por supuesto, si ud. lee en Hebreos capítulo 4, ahí dice en el verso 7, “otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones.” Esto es tan importante, que no endurezcamos nuestros corazones durante el día de salvación, cuando el mensage de Dios es dirigido hacia nosotros.

Y, amados, yo tengo que decir esto una y otra vez: Estamos viviendo muy, muy cerca del Retorno de Cristo, y por última vez la verdadera Palabra de Dios, las verdaderas enseñanzas apostólicas, las verdaderas experiencias que podemos tener con nuestro Señor, salvación, completa salvación, arrepentimiento, conversión, el nuevo nacimiento, el bautismo por el Espíritu Santo, y la santificación en la Verdad, como nuestro Señor dijo en Juan 17:17, “Santifícalos en tu verdad: tu palabra es verdad,” El mismo término “hoy” el cuál es usado dirigiéndose a nosotros, “Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones.”, es el mísmo encontrado en Hebreos 5 sobre nuestro Señor, “Tú eres mi hijo, Yo te he engendrado hoy.” (verso 5).   

Amados, debemos decir esto: Ahora estamos viviendo en el tiempo de gracia, en el tiempo de salvación. Pero este tiempo está llegando a su fin. Y entendemos por las escrituras sobre nuestra salvación el seguro que Dios nos dio en Cristo, en Cristo hemos sido reconciliados y a traves del sacrificio en la cruz del calvario nuestros pecados fueron perdonados. Toda cosa que halla estado escrita encontra de nosotros fue quitada por ello, y la sangre aboga por nosotros hoy y hasta que nos encontremos con el Señor.

Luego las promesas han sido remarcadas nuevamente en Hebreos, capítulo 6, a partir del versículo 13, “Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo.” Imagínense por un momento: para ponerlo en juramento, juró por sí mismo! Abraham sabía que, “cualquier cosa que diga Dios, de esa forma sucedería. Tiene que suceder de acuerdo a la Palabra de Dios”. Pero para que Abraham recibiera mayor seguridad Dios juró por sí mismo. Amados esto es algo muy tremendo. Que seguridad tan grande tenemos en la Palabra de Dios, en Jesucristo, nuestro Señor y Salvador. Pero, amigos, estén seguros de que ustedes no están confiando en alguna iglesia, en una religión. Estén seguros de poner vuestra confianza en el Señor el cual nos trajo la salvación! 

Y aquí también leémos más Adelante en el verso 15, “Y habiendo esperado con paciencia, alcanzó la promesa.” Es lo mismo con nosotros. Nececitamos paciencia y fé para resistir hasta recibir las promesas que Dios nos ha dado. Y luego en el versículo 17, yo diría que no solamente es más impresionante, sino que también habla tan fuertemente con seguridad divina, “Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento...” Que seguridad tan grande, Jesús es mío! Que seguridad que todas las promesas de Dios son Sí y Amén! Nadie ni nada podrá alguna vez impedir que Dios cumpla con lo que ha prometido. 

Entonces, amados, me gustaría ir ahora al capítulo 8, hablando sobre el pacto. Capítulo 8, versículo 10. Y, amados, aquí se nos dice que Dios pondrá Sus leyes, Sus Palabras en nuestros corazones durante el nuevo pacto. Y, amados, nosotros creemos con todo nuestro corazón que el nuevo pacto fue hecho en Cristo de acuerdo a Mateo 26, a partir del verso 26, “... esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada...” Para aquellos que aceptan a Cristo como su salvador personal. Los otros lo pasarán por alto. Ellos no toman provecho de la salvación para sí mismos; ellos eluden el regalo de Dios, y no reconocen el Plan de Salvación de Dios.  

Ahora, en Hebreos, capítulo 9, se nos dice desde el versículo 11, que Cristo como sumo sacerdote entró al Lugar Santísimo con su propia sangre. Y, amados, esto es muy, muy precioso. No hemos sido redimidos con oro o plata, sino por la preciosa sangre del Cordero de Dios que fue derramada en la cruz del calvario.

Amados, nosotros también tenemos la responsabilidad de compartir con ustedes las promesas de Dios para este día. Yo no puedo hacer ni un solo sermón sin mencionar las promesas para nuestro día. Dios me dio el privilegio más grande que se pueda tener sobre la faz de la tierra. Cuando yo dediqué mi vida al Señor en 1948, recibí a Cristo como mi Salvador personal, y luego también tuve la experiencia del recibimiento del Espíritu Santo, y a partir de ese tiempo he estado predicando, yo he estado sirviendo al Señor. Entonces miro atrás a muchos, muchos años siguiéndo a Cristo, compartiendo la preciosa Palabra de Dios con unos cuantos millones sobre la tierra. Yo acabo de regresar de un viaje por 4 países del Oeste de Africa, y amigos, estuve impresionado viendo multitudes de cuatro a diez mil personas en una sola reunión. I estuve sorprendido, especialmente en las grandes reuniones en Abiyán, Costa de Marfil: Pregunté antes de terminar el sermón, si todos esos hermanos y hermanas ya habían sido bautizados de acuerdo con el patrón apostólico en el precioso Nombre del Señor Jesucristo. Y, amigos, las miles de manos se levantaron en el aire! Y cuando miro atrás, justo en los paises africanos yo he ministrado por casi 40 años, simplemente sembrando la semilla de la Palabra de Dios, y luego, experimentando que la semilla a brotado y almas preciosas han sido salvas y traídas al Reino de Dios. Y no solamente creyendo, sino obedeciéndo, obedeciéndo a la Escritura!  

Como nuestro Señor dijo en Marcos 16:16, que si creemos y nos bautizamos seríamos salvos. Como puede alguien contradecir esto, y decir que es suficiente con que creámos? Amigos, vamos a ver la realidad. Obediencia pertenece a aquellos los que creen. Si usted cree, usted obedece. Si usted no cree, usted no obedece. Usted puede decir que cree, pero su propia vida testifica mucho mas que sus palabras de si usted lo hace o no.   

Y debo decirlo otra vez: Dios usó a William Branham en nuestro tiempo. Desde 1933 a 1965 este hombre de Dios fue usado como ningún otro hombre fue usado en los 6000 años de la historia de la humanidad. Todos nosotros sabemos, que Moisés fue un hombre de Dios con el cual Dios habló de cara a cara. El vió la columna de fuego bajando, y toda la gente vió la gloria de Dios y escuchó la voz del Todopoderoso saliendo de ese fuego. Y, amados amigos, ha habido un ministerio en nuestros días que pudiera ser comparado con el que nuestro Señor tuvo en Su día.   

Y el hermano Branham se refirió a ello casi siempre cuando oraba por los enfermos, que como fue con nuestro Señor en Su humanidad, como un profeta en su ministerio, veía en una visión lo que sucedería. El pudo decirle a Natanael en Juan, capítulo 1, “Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.” El pudo decir a Simón, cuando su hermano Andrés lo trajo a Cristo, “Tú eres Simón, hijo de Jonás.” Nuestro Señor le pudo decir a la mujer en el pozo cosas sobre su vida. Y ella dijo, “Se que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga, nos declarará todas las cosas.” Y nuestro Señor dijo, “Yo soy, el que habla contigo”

Amados hermanos y hermanas, apreciados amigos, porqué yo menciono esto? Por favor entiendan. Y yo no pienso que sea un fanático. No estamos jugando a religión, sino que debemos entender la última señal antes del retorno de nuestro Señor. Nuestro Señor dijo en Mateo 24, especialmente lo que tomaría lugar antes del regreso de Cristo: Muchos falsos profetas, muchos falsos cristoses aparecerían en la escena y engañarían a muchos. Entonces, quien es un profeta verdadero? 

Quién está realmente ungido por el Espíritu Santo? Y, amigos, entonces debemos regresar a los tiempos apostólicos y enseñanzas para saber exactamente lo que la iglesia del nuevo testamento experimentó desde el día de pentecostés, como el poder sobrenatural se manifestó en el Cuerpo de Cristo, como todos los dones espirituales y los ministerios en el Cuerpo de Cristo funcionaban, como eran la verdadera doctrina de los apóstoles sobre la Deidad, sobre el bautismo en agua, sobre la Cena del Señor, como todas estas enseñanzas nos han sido dadas como documento en las Santas Escrituras.

Y, amados, ahora debo decir esto: desde el fin de los años cuarentas, desde 1949 yo he estado muy conectado con el último gran mover de Dios el cual comenzó en 1946 después de que el hermano Branham recibió la confirmación de su llamado el 7 de Mayo de 1946, cuando el ser sobrenatural le explicó al hermano Branham que el mismo ministerio que tuvo nuestro Señor cuando estuvo caminando sobre la faz de la tierra y entonces para los judíos y samaritanos, el mismo ministerio del Hijo del Hombre se repetiría ahora. Y, hermanos y hermanas, yo fui un testigo visible y audible por diez años. Conocí al hermano Branham, conocí su ministerio y más que eso conozco el propósito de acuerdo al Plan de Salvación el cuál estaba conectado a ese ministerio sobrenatural en nuestro tiempo.

Cada uno de los evangelistas reconocidos le dirá que fue William Branham quién fue usado por Dios para liderar el último avivamiento de sanidad el cual se esparció sobre toda la tierra. Pero ellos no les informarán sobre el propósito conectado con ese poderoso avivamiento de salvación y sanación. Ciertamente el propósito no fue poner muchos, muy diferentes evangelistas levantándose en la escena y edificando sus propios reinos en el Reino de Dios, haciéndo o dando la impresión de que son el hombre de la hora. El propósito fue volver al pueblo de Dios a Cristo, a seguir a Cristo en los pasos de los apóstoles quiénes tuvieron las enseñanzas de Cristo!

Las enseñanzas de Cristo y las enseñanzas de los apóstoles estan 100% en concordancia. Así, por ejemplo, cuando nuestro Señor habló en la gran comisión de bautizar a la gente en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, ellos obedecieron y tuvieron la revelación de que Dios se reveló así mismo en el único y redentor Nombre del Pacto del Nuevo Testamento del Señor Jesucristo! Y por ello, el batismo desde el día de pentecostés tomo lugar en el Nombre del Señor Jesucristo. Y el hermano Branham recalcó esto y especificó de que debemos de regresar a las enzeñanzas y las prácticas apostólicas. 

Amados, déjenme decir esto también antes de terminar: El último mensaje y el primer mensaje deben ser iguales! El último sermón y el primer sermón deben concordar! El último bautizo y el primer bautizo deben ser iguales! Todas las cosas deben ser restauradas. Y déjenme decir esto nuevamente: No tiene ningún sentido hablar sobre las señales del tiempo, sobre la segunda venida de Cristo, sobre Israel siendo reunida en la tierra prometida, si nosotros mismos pasamos por alto el día de la visitación de Dios. Si pasamos por alto la Palabra prometida para nuestro día, pasamos por alto lo que Dios está haciéndo ahora mismo!

Y por esto, hermanos y hermanas, es mi oración: Por favor doble sus rodillas ante el Dios Todopoderoso y déjele hablar a vuestro corazón. Pregúntenle, “Amado Señor, cuáles son tus promesas para este día, de manera de que podamos estar listos para tu retorno?” Que Dios los bendiga. Y estoy planeando pasar la eternidad con usted. Y estoy seguro, si Ud. está santificado en La Palabra de Dios, en la Voluntad de Dios, juntos lo lograremos por la Gracia de Dios, siendo obedientes, siguiéndo el patrón de la Santa Escritura impuesto justo al principio en el día de pentecostés. Regresad al Señor y seguidle en obediencia paso a paso de acuerdo al patrón dejádo a nosotros en este Libro Santo! Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones. Espero que Dios le haya hablado en el Santo Nombre de Jesús. Amén.